Mucho se ha hablado de la criticidad de ciertas infraestructuras en tiempo de cuarentena; las personas estamos en casa (la mayoría, al margen de lo que se pueda decir respecto a situaciones socioeconómicas de la población en la mayoría de países), y como consecuencia hay una saturación en los servicios, principalmente de suministro de comestibles, insumos biomédicos, y lo que nos atañe en este aspecto, telecomunicaciones.
Por su puesto, el componente principal de telecomunicaciones actualmente es Internet, sin embargo también están los servicios de voz de operadores fijos y móviles, por lo que se ha solicitado encarecidamente por parte de dichos operadores, usar, de manera racional, el servicio de Internet, priorizando educación y trabajo.
Lastimosamente, es una recomendación que poco se tiene en cuenta por parte del grueso de la población, pues, muchos infortunadamente han perdido sus empleos, o han tenido que salir a licencia no remunerada, “vacaciones colectivas”, entre otras formas que han implementado los empresarios para evitar la quiebra cuando todo esto pase (por supuesto con los respectivos abusos, que nunca faltan), y en consecuencia muchas personas están tratando de entretenerse en redes sociales y otras formas de entretenimiento en Internet.
Ahora bien, es necesario tener en cuenta que, por la forma como funciona Internet actualmente, hay unas cuantas empresas que dominan el mercado (Facebook, Netflix, Google, Amazon, este último desde multiples dimensiones), consumiendo entre ellas, generalmente, poco más del 58% del tráfico de Internet en épocas sin saturaciones como las que se presentan actualmente.
Teniendo en cuenta este análisis básico, también se debe tener en cuenta un factor adicional, y es el hecho de que la mayoría de estas empresas se encuentran en los Estados Unidos, tienen datacenters propios en Europa, Centroamérica y algunas ubicaciones de Sur América, sin embargo, el grueso de ellas no cuentan con datacenters propios en Colombia; es así como esta situación provoca una saturación adicional de las conexiones a Internet de países como Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Panamá, y otros países de Centroamérica.
Dicho esto, iniciativas como la de Rusia con Runet, para evitar ciberataques en caso de una guerra, pueden ser aplicables a entornos menos bélicos, en los que los países legislen para que este tipo de plataformas, al momento de superar un umbral de usuarios, o de tráfico, estén en la obligación legal de proveer no sólo CDNs a proveedores bajo sus condiciones, sino centros de datos completos que le permitan a un país no saturar sus redes debido al tráfico que generan.
Eventualmente se dirá, en base a mi premisa anterior, qué entonces se desestimulará la entrada de nuevos jugadores a los países, pero precisamente la misma premisa blinda a las corporaciones en estar obligados a realizarlo cuando tengan un número de usuarios o un tráfico específico desde el país, lo que garantizará su facturación y/o su retorno de inversión, y por supuesto siempre están los grandes jugadores como AWS, GCP, Azure, que pueden proveer zonas de disponibilidad en cada país, y permitir que las plataformas cumplan con la ley, sin tener que hacer inversiones gigantescas de dinero.
Otro factor relevante, y por demás muy positivo de este tipo de decisiones gubernamentales, es que la disponibilidad de ubicaciones de borde, de almacenamiento, procesamiento y plataformas serverless, estimulará la adopción por parte de las pymes, así como de cada vez más entidades gubernamentales, de servicios cloud, contribuyendo directamente a la innovación en todos los sectores, al tiempo que descongestiona las conexiones principales hacia Internet de cada país.
Finalmente, el efecto positivo de este tipo de legislaciones, sería la independencia de ubicaciones internacionales en sus servicios críticos internos, disminuyendo las probabilidades de fallas relacionadas con cortes de fibra submarina, saturación en ubicaciones de NAP, abaratando los costos de conectividad nacional e internacional; al final, la infraestructura crítica de la conexión a Internet, se ha convertido en un requerimiento y un servicio casi tan esencial como el fluido eléctrico, pero esta no sirve de nada si los servidores ubicados en otros países no son accesibles, por lo que se vuelve crítico contar con centros de datos en cada país.
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